Traducciones de los 17 artículos de Michael Waldrep sobre la expansión urbana de la Ciudad de México

Finalmente terminé un proyecto que empecé hace varios años y que, por diversas ocupaciones y algo de desidia, había dejado abandonado. Me refiero a la traducción al español de los textos que Michael Waldrep publicó en el blog de National Geographic entre octubre de 2014 y junio de 2015, como parte de su proyecto como becario de Fulbright-National Geographic Digital Storytelling Fellows, dedicado a la documentación de los procesos de desarrollo urbano en las afueras de la Ciudad de México.

Las fotografías que Michael publicó en su Instagram y los textos de dicho blog fueron de los primeros acercamientos que tuve a otras formas de pensar las periferias urbanas de la Ciudad de México, entre las que está Ecatepec de Morelos, lugar de donde soy y al que ya le he podido dedicar algunas páginas de reflexión.

Michael escribió esta especie de diario textual y fotográfico de viaje en inglés, por lo que me pareció oportuno, como pude comentar directamente con él, ofrecer versiones en español que pudieran, quizás, tener un mayor alcance entre los interesados en el tema de las periferias urbanas, que, afortunadamente, creo que cada vez son más. No soy traductora profesional y muy seguramente habrá más de una falla o errata en los textos, cuyo señalamiento será más que bienvenido en los comentarios de este blog.

A manera de recopilación e índice ordenado de estas 17 entradas, las enlisto y enlazo a continuación, precedidas de unas palabras del propio Michael, en el último de sus artículos, que, creo, son una buena clave para entender lo que él ha hecho en estos textos:

“Si conoces un poco de la gramática del entorno construido y te detienes a leerlo, una ciudad es un libro abierto, un registro público de su propia creación y del tiempo que ha transcurrido entre ese momento y el que uno está experimentado”.

  1. Michael Waldrep, “Comprendiendo el significado de «sentido de lugar»” (traducción)
  2. Michael Waldrep, “Hacia el exterior desde dentro: la ciudad de México” (traducción)
  3. Michael Waldrep, “Cuautitlán: un diario acerca de vivir en los suburbios de la ciudad de México” (traducción)
  4. Michael Waldrep, “El viaje de regreso: dejar Cuautitlán y el Tren Suburbano” (traducción)
  5. Michael Waldrep, “Cómo los proyectos de vivienda a las afueras de la ciudad de México dan paso a nuevas necesidades” (traducción)
  6. Michael Waldrep, “El crecimiento urbano: la ciudad de México a través del tiempo” (traducción)
  7. Michael Waldrep, “Riqueza y expansión urbana en la Ciudad de México” (traducción)
  8. Michael Waldrep, “Ciudades satélite: los primeros suburbios de la Ciudad de México” (traducción)
  9. Michael Waldrep, “Tlatelolco y el sueño modernista en la Ciudad de México” (traducción)
  10. Michael Waldrep, “El ocaso en Tlatelolco: viviendas modernistas y las semillas de los suburbios” (traducción)
  11. Michael Waldrep, “Escenas de Neza: la ciudad mexicana que se hizo a sí misma” (traducción)
  12. Michael Waldrep, “Las ciudades desconocidas de México: Naucalpan y Ecatepec” (traducción)
  13. Michael Waldrep, “Caminando hacia la ‘edge city’ corporativa de México” (traducción)
  14. Michael Waldrep, “Exploraciones en la Ciudad de México suburbana, un trayecto fotográfico” (traducción)
  15. Michael Waldrep, “La ciudad contemporánea en sus límites: Santa Fe, Ciudad de México” (traducción)
  16. Michael Waldrep, “La nueva cara de la vivienda de interés social en los suburbios de la Ciudad de México” (traduccion)
  17. Michael Waldrep, “Sobre regresar y seguir adelante: el término de mi beca Fulbright-National Geographic” (traducción)

Por cierto que Michael Waldrep tiene su propio sitio web personal y, asimismo, uno titulado «La Ciudad Actual» que está dedicado enteramente a mostrar los resultados de su estancia e investigación en diversas periferias de la Ciudad de México.

Michael Waldrep, “Sobre regresar y seguir adelante: el término de mi beca Fulbright-National Geographic” (traducción)

Original: Michael Waldrep, “On Returning and Continuing On: The End of My Fulbright-National Geographic Grant”, publicado por Michael Waldrep en Fulbright National Geographic Stories el 30 de junio de 2015.

Traducción: Grecia Monroy Sánchez (17 de 17)

*Las fotos y enlaces incluidos aquí son los que aparecen en el artículo original.

Sobre regresar y seguir adelante: el término de mi beca Fulbright-National Geographic

Yo en un campo en Tecámac, en los bordes del área urbana de la ciudad. O cosas por venir.

Estoy escribiendo esto desde una cafetería en San Francisco, bebiendo un café que compré por el mismo precio de un agradable desayuno en México. Ordené la bebida en inglés, un lenguaje que habla al menos el 75% de las personas que he escuchado en las calles. Puedo entablar convincentes conversaciones con personas extrañas. La ciudad está repleta de inmigrantes de los otros 49 estados y de innumerables países. Me siento alto, pero no tan alto como para estar seguro de que la gente se me queda mirando.

Todo esto sirve para decir que estoy de regreso en los Estados Unidos. Desde el domingo 21 [de junio], mi beca National Geographic Digital Storytelling ha terminado. Éstas son noticias tristes, al menos para mí, y quizás, con suerte, para algunos de ustedes que me han estado acompañando a través de Instagram y de este blog.

La buena noticia es que mi trabajo en y sobre la Ciudad de México aún no ha terminado. Bueno, tal vez eso no sea exactamente una “buena” noticia: significa que tengo mucho que editar, escribir y pensar, pero también significa que, después de absorber algunas de las comodidades de mi país, tendré algo más de tiempo —unos meses más— para seguir trabajando y viviendo allí. Estoy inmensamente emocionado de poder fotografiar algunos de los pocos lugares que hasta ahora se me han escapado y que creo que son importantes para dar una idea del alcance general de la expansión suburbana en la ciudad. Además, no puedo pensar en un lugar mejor en el que sumergirme para editar las 11 000 (y contando) fotografías, horas de videos e innumerables ideas vagas del proyecto.

Cuando conozco a personas que saben que estoy en Fulbright y me preguntan qué estoy investigando, les respondo que me enfoco en los procesos de desarrollo urbano en las afueras de la Ciudad de México. Cuando me preguntan, en un lenguaje más general, qué estoy “haciendo en México”, voy al grano y les digo que camino por diferentes suburbios, tomo fotografías de edificios y trato de hablar con la gente. Comparado con mis amigos académicos que, por ejemplo, inyectan genes en células de levadura o investigan nuevos materiales que serán usados por la NASA, eso escucha bastante simple. Sin embargo, como espero haber compartido y espero seguir haciéndolo en el sitio web que documenta el proyecto en el que estoy trabajando actualmente, lo que he aprendido a través de ese proceso es más de lo que podría haber esperado. Especialmente ahora que estoy de regreso en los Estados Unidos y hablo con amigos que no saben mucho sobre el mercado de la vivienda, las tendencias arquitectónicas o las estructuras políticas en México, empiezo a darme cuenta de cuánto he absorbido.

Viví aquí en la Bay Area durante gran parte de mi estancia en la universidad y en San Francisco durante aproximadamente dos años. Gracias a personas como Paul Groth, Janet Delaney, Richard Walker, Matthew Coolidge, innumerables amigos, todas las personas con las que trabajé en la producción de videos y, especialmente, las personas que dirigían el taller de bicicletas en West Berkeley, me inspiré para caminar y recorren en bicicleta más millas de esta metrópoli de las que recordaré. En una región con tal compromiso con la preservación y tal orgullo por la historia, el pasado está presente aquí: escenas de viejas películas, fotografías y escritos se pueden encontrar fácilmente de nuevo. Aquí, como en la Ciudad de México, el futuro parece ser una mezcla de crecimiento en los antiguos centros de las ciudades y —aunque menos visible, en mayor magnitud— en los márgenes frecuentemente olvidados de la ciudad. Sobre todo, aquí aprendí que, si conoces un poco de la gramática del entorno construido y te detienes a leerlo, una ciudad es un libro abierto, un registro público de su propia creación y del tiempo que ha transcurrido entre ese momento y el que uno está experimentando.

De alguna manera, por tanto, es necesario estar de regreso aquí para recordarme a mí mismo lo que he estado haciendo allí. Esa lectura, esa exploración de la ciudad es un placer, tal como para mí lo es leer una novela. Para recrear la experiencia, tendrías que ir a la Ciudad de México y vivirla de primera mano. Pero, al igual que tú, yo no puedo leer todos los libros y, además, a menudo me ha gustado más una reseña inteligente o la descripción animada de un amigo que el libro en sí. Entonces, por ahora espero que te baste mi documentación de la ciudad y mi recuento de ella, mientras continúo publicando en este blog y mientras lanzo el sitio web de mi proyecto este verano.

Finalmente, como una nota no incidental, esta semana, el 30 de junio, estaré en Washington D.C. reuniéndome con los otros cuatro becarios (¡y la afortunada nueva generación!), para una presentación pública de nuestros proyectos. ¡Todos son bienvenidos! Para aquellos que se lo pierdan, las charlas serán grabadas y estarán disponibles en línea, por lo que todos podrán ver las fotos y videos que brindan un contrapunto a este texto.

Como siempre, gracias por leerme.

Michael Waldrep, “La nueva cara de la vivienda de interés social en los suburbios de la Ciudad de México” (traduccion)

Original: Michael Waldrep, “The New Face of Government Housing in Mexico City’s Suburbs”, publicado por Michael Waldrep en Fulbright National Geographic Stories el 5 de junio de 2015.

Traducción: Grecia Monroy Sánchez (16 de 17)

*Las fotos y enlaces incluidos aquí son los que aparecen en el artículo original.

La nueva cara de la vivienda de interés social en los suburbios de la Ciudad de México

Unos excursionistas se relajan en la ladera de un cerro por encima de un vecindario del INFONAVIT que avanza sobre la Sierra de Guadalupe, al norte de la Ciudad de México. Fotografía por el autor. Da click para hacerla más grande.

Aunque está iniciando la temporada en la que en esta ciudad llueve todas las tardes, he estado recorriendo muchos de sus rincones durante las últimas semanas, hablando con más personas que viven en los suburbios de la Ciudad de México y fotografiando los alrededores. Esta publicación es una especie de continuación de mi experiencia de haber vivido en Galaxia, Cuautitlán. Aquí he recopilado algunas vistas de otras construcciones de interés social por toda la ciudad: casas unifamiliares producidas en masa que, a pesar de todas las apariencias, son herederas de los sueños modernistas de la ciudad en Tlatelolco y en otros lugares.

Como siempre, puedes encontrar actualizaciones más frecuentes en mi Instagram y es bien recibida toda la retroalimentación y comentarios más abajo en esta entrada.

“Ratero, sonríe, te estamos observando. Si te agarramos te linchamos”. Un cartel muy común en los suburbios de la ciudad, fotografiado aquí en Cuautitlán. Fotografía por el autor. Da click para verla más grande.
El amanecer sobre Villas de Real, un fraccionamiento en el noreste de la Ciudad de México, a lo largo de la autopista a Pachuca. Fotografía por el autor. Da click para verla más grande.
Una vista de varios vecindarios financiados por el INFONAVIT en Ixtapaluca, tomada desde un sitio arqueológico. Fotografía por el autor. Da click para verla más grande.
Una torre de agua en Geovillas Jesús María, en Ixtapaluca, lejos al este del D.F. La escasez de agua es muy común en toda esta región. Fotografía por el autor. Da click para verla más grande.
Un único desarrollo del INFONAVIT destaca de entre un mar de informales e inconclusas construcciones de concreto en Ecatepec. Fotografía por el autor. Da click para verla más grande.
Árboles jóvenes y casas sin modificaciones visibles caracterizan esta cuadra en Las Américas, Ecatepec, una de las subdivisiones más nuevas en la Ciudad de México. Fotografía por el autor. Da click para verla más grande.

Michael Waldrep, “La ciudad contemporánea en sus límites: Santa Fe, Ciudad de México” (traducción)

Original: Michael Waldrep, “The Contemporary City at its Limits: Santa Fe, Mexico City”, publicado por Michael Waldrep en Fullbright National Geographic Stories el 14 de mayo de 2015.

Traducción: Grecia Monroy Sánchez.

*Las fotos y enlaces incluidos aquí son los que aparecen en el artículo original.

La ciudad contemporánea en sus límites: Santa Fe, Ciudad de México

Santa Fe vista desde la carretera México-Toluca. Foto por el autor. Da click para hacerla más grande.

Santa Fe, localizada a 12 millas en coche (o en una arriesgada caminata a pie) desde el centro de la Ciudad de México es, dependiendo de tu perspectiva, o el área metropolitana más moderna del distrito o la más carente de carácter. Ubicada en las colinas al oeste de la ciudad, a lo largo de la autopista federal hacia la cercana ciudad de Toluca, Santa Fe está apenas conectada con las partes más antiguas de la ciudad a través de abarrotados autobuses que comparten con los automóviles el espacio de bulevares que no están adecuadamente equipados para manejar semejante cantidad de viajeros.

Las torres de departamentos y oficinas sobre la avenida Santa Fe. — Foto por el autor. Dar click para hacerla más grande.

Cerca de 200 000 personas trabajan en Santa Fe todos los días, cientos de miles de estudiantes vienen a estudiar en las universidades de la zona y un sinnúmero de personas acostumbran venir de compras a los grandes centros comerciales. Aunque algunas personas viven en las flamantes torres nuevas, para la gran mayoría de las personas, Santa Fe es sólo una parada temporal en un necesariamente largo día de trabajo.

La parada de los autobuses públicos que llevan a los trabajadores de vuelta al centro de la ciudad (y al metro) desde Santa Fe. — Foto por el autor. Dar click para hacerla más grande.

Desarrollada sobre una antigua mina de arena (que después fue un tiradero de basura), Santa Fe se desarrolló agresivamente en los años ochenta y noventa con el apoyo personal de varias autoridades del Distrito Federal y bajo la presidencia notablemente centrada en los negocios y en la privatización de Carlos Salinas de Gortari. Santa Fe padece no sólo los antes mencionados problemas de transporte, sino que también, dado que fue construida tan rápida (y caprichosamente), carece de cualquier tipo de parques públicos, caminos decentes para peatones e infraestructuras adecuadas para transportar el agua, ya sea hacia dentro o fuera del área.

Construcción continua sobre la avenida Santa Fe. — Foto por el autor. Dar click para hacerla más grande.
El complejo de oficinas y centro comercial “Samara” surge sobre tierra aún no desarrollada. — Foto por el autor. Dar click para hacerla más grande.

Leí que las oficinas centrales de Daimler-Chrysler que se encuentran en esta área estuvieron sin conexión a la red municipal de agua durante diez años, por lo que se vieron forzados a contratar el servicio de agua entregada por pipas. Éste es el primer, pero de ningún modo el único, ejemplo de cómo la élite empresarial de la ciudad en Santa Fe está obligada a entender los retos materiales de vivir en los bordes de la Ciudad de México. Del mismo modo que millones de hogares en otros accidentados e inaccesibles distritos de la ciudad, no pueden confiar en el gobierno para tener los servicios básicos.

Las constructoras luchan con los retos de construir en una pendiente. Pero mientras que en los barrios pobres lo que se haría sería mover un poco de tierra para sus pequeñas casas de concreto, en Santa Fe un lado del cerro se hace estallar, se remueve por completo y es reemplazado por una torre que se eleva desde el fondo de un barranco y se asoma sobre el borde del cañón.

“Paradox”, una lujosa torre habitacional que está siendo construida en Santa Fe. Fotografía por el autor. Da click para hacer más grande.

Santa Fe es una muestra de la realidad del desarrollo en expansión en la Ciudad de México, del mismo modo que un proyecto de vivienda financiado por el gobierno en el norte de la ciudad o que un vecindario construido informalmente en el este. Y, como toda forma de crecimiento, funciona como una especie de test de Rorschach urbano: ¿en ese crecimiento usted ve un sistema capitalista codicioso que saca provecho de la apropiación de tierras o una brillante ciudad que proporciona empleos y comodidades modernas a una ciudad que con demasiada frecuencia carece de ambos?

Todavía no estoy completamente seguro de lo que Santa Fe “significa”, si es que, de hecho, un distrito que hospeda las vidas de miles y miles de personas puede ser reducido a un único tema. (Esto se está volviendo un patrón). Sin embargo, puedo compartir un poco de historia, algunas ideas y algunas imágenes aquí para empezar.

De cara a la construcción continua, incluso los paisajes urbanos más nuevos parecen estar mal diseñados para cuestiones de drenaje. Fotografía por el autor. Da click para hacer más grande.
Santa Fe y sus alrededores, en el límite del área desarrollada de la ciudad, amenazan la existencia de grandes extensiones de terreno abierto. Fotografía por el autor. Da click para hacer más grande.
Aunque los edificios podrían estar en cualquier distrito empresarial del mundo, los tacos de canasta son propios de la Ciudad de México. Fotografía por el autor. Da click para hacer más grande.
Aunque tal vez cuando los árboles maduren se sienta diferente, actualmente el espacio peatonal de Santa Fe está dominado por amplios bulevares orientados a los automóviles. Fotografía por el autor. Da click para hacer más grande.
Este cañón, adyacente a Santa Fe, todavía no se encuentra ocupado por la construcción ni informal ni formal. Fotografía por el autor. Da click para hacer más grande.

Como siempre, siéntanse libres de seguirme en mi Instagram para ver actualizaciones fotográficas más consistentes, así como de dejar un comentario aquí con cualquier idea.

La Odisea, canto V

Para leer la Odisea.

Sabadeando arte

«¡Oh, Laertíada, retoño de Zeus, Ulises mañero!

¿De verdad tienes prisa en partirte al país de tus padres

y volver a tu hogar? Marcha, pues, pese a todo en buen hora;

mas si en tu mente pudieses ver los males que antes

de encontrate en la patria te hará soportar el destino,

seguirías a mi lado guardando conmigo estas casas […]».

Odisea V, 203 – 208.

¿Odiseo, Ulises?

Muchos de los dioses, héroes y personajes de la literatura griega tienen dos nombres. Uno en griego, y otro en latín. Esto se debe a que los romanos (una cultura posterior a la griega, que surgió más o menos en la misma zona) adoptaron y adaptaron mucho de la mitología griega a su cultura y su lenguaje. Ejemplo de esto son dioses como Zeus, que pasó a ser Júpiter; héroes como Heracles, que se llamó Hércules; y Odiseo, que pasó a ser…

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Los irresponsables de la cuarentena – Apuntes del coronavirus

Vida cotidiana en “cuarentena” desde las periferias.

Pájaro cascabel

Cinco de la mañana, los vecinos que se dedican a recolectar basura por las colonias olvidadas de la periferia comienzan a calentar el motor del camión. La jornada apenas comienza, bolsas negras, cajas, y botes van y vienen del camión de basura y la azotea de la casa rentada que entre cinco del mismo gremio apenas pueden rentar. No hay descanso. El hombre de unos cincuenta años (a primer ojo) chupa el resto de un cigarrillo y tira la colilla en el resto de bolsas para gritar segundos después que es hora de partir. Otros adultos y algunos jóvenes salen al instante entre el portón y la neblina de la madrugada. Aún resisten las lagañas en los ojos, se ponen una sudadera gastada de prisa y suben a la parte trasera sin pensarlo, el mecanismo ya está bien definido; suben, arrancan y se van. Para ellos lo del bicho ese…

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“El racismo en México y la hispanidad”

Hace poco publiqué este texto con un amigo en la revista Foreign Affairs:

Como sostiene el periodista español David Jiménez, más que perdón, comisiones de la verdad o reparaciones materiales, sería asequible ofrecer a América una mayor honestidad histórica, incorporando en el relato los abusos y onerosos expolios llevados a cabo en el continente, sin que esto implique trasladar la culpa a las generaciones actuales, que nada tuvieron que ver con ellos. Entender los acontecimientos en la especificidad de su contexto histórico no nos impide reconocer, desde el horizonte de nuestro presente, la existencia de abusos llevados a cabo por parte tanto de los europeos como de las poblaciones originarias que habitaban el continente.

Grecia Monroy Sánchez y Cristian Márquez Romo, “El racismo en México y la hispanidad”, Foreing Affairs, 22 de diciembre de 2019. Disponible en: http://revistafal.com/el-racismo-en-mexico-y-la-hispanidad/

Mexico-Stad buiten de gebaande paden

El blog de Jeroen Osinga.

¿Qué onda?

De Zócalo, het enorme centrale plein van Mexico-Stad, met de kathedraal en de resten van het oude Tenochtitlán. Het Museo de Antropología, vol eeuwenoude schatten van de volkeren die in Mexico heersten voordat de Spanjaarden het land veroverden. Het museum van de kunstenares Frida Kahlo en het centrale plein van haar wijk Coyoacán. Een tocht met een van de gekleurde bootjes langs de drijvende tuinen van Xochimilco. En natuurlijk een dagtocht naar de ruïnes van het magische Teotihuacán, in de Valle de México. Mexico-Stad biedt echter nog veel meer dan deze vijf highlights. Daarom volgt hieronder een lijst van hoogtepunten voor een bezoek aan de Mexicaanse hoofdstad buiten de gebaande paden.

1. Het Park van Chapultepec

Stiekem is het Park van Chapultepec best wel een toeristische plek. Zeker in het weekend struikel je er over de dagjesmensen die roze suikerspinnen en gesuikerde appels bedekt met tamarinde kopen of een tochtje…

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Un mural en Xalostoc, Ecatepec de Morelos

El mural está en el jardín de niños “Xochipilli”, en la colonia Cuauhtémoc Xalostoc, en Ecatepec de Morelos, una zona inicialmente industrial que ahora es también habitacional.

(Grecia Monroy.) Mi amiga Silvana y yo usábamos el tiempo del regreso desde la universidad (en el sur de la Ciudad de México) a nuestras casas en Ecatepec de Morelos (al norte del norte de esa misma ciudad) para platicar de muchas cosas, lo cual incluía hablar del traslado y de la experiencia misma de vivir en Ecatepec. Era interesante hablar de eso teniendo como fondo las reflexiones que habíamos visto en nuestras respectivas clases, enraizadas en discusiones de humanidades y ciencias sociales. Muchas veces concluíamos que todo eso resultaba insuficiente y que lo que se necesitaban eran acciones concretas. Pensábamos en el caso específico del jardín de niños en el que trabaja mi mamá como maestra; ese espacio en Xalostoc, una zona industrial de Ecatepec, era una especie de síntesis de los problemas que luego podrían hacerse extensivos a todo el municipio.

El jardín de niños “Xochipilli” se volvió entonces un lugar para ensayar algunas acciones que tenían la intención de beneficiar a esa comunidad. Nosotras no teníamos experiencia al respecto, por lo que estas acciones se basaban más que nada en la intuición, en las ganas de hacer algo y en el apoyo desinteresado de otras personas. Hicimos un taller de respiración y meditación, una donación de calcetines y dulces a los niños, y un taller de guía de lectura para padres de familia. 

Ninguna acción parece jamás suficiente, pero en todo caso hacer esas cosas nos dejó ir conociendo un poco mejor la comunidad del jardín. Al mismo tiempo, personalmente me fui interesando en pensar cómo Ecatepec, pese a sus particularidades, era una más de muchas periferias urbanas que, a contrapelo de su nombre, son el centro primordial del desarrollo urbano actual. Fui encontrando geniales trabajos de otras personas que estaban pensando y representando esto: fotografías (como las de Michael Waldrep, cuyas textos traducidos se pueden encontrar aquí), o las de León Muñoz Santini…), crónicas (como el espléndido trabajo de Emiliano Ruiz Parra…), cuentos (como aquel de Paco Ignacio Taibo II…), ilustraciones (el brillante trabajo del artista gráfico José Fabián Estrada alias Perro…).

Como comenté en otra entrada, en el año 2017 tuve la oportunidad de detenerme a pensar y escribir al respecto de Ecatepec en mi trabajo de tesis de maestría, en cual partí de la pregunta sobre cómo se representan las periferias urbanas actualmente, enfocándome en el caso de Ecatepec; hice también una versión abreviada de este trabajo en forma de artículo. Esta investigación la fui desarrollando casi paralelamente a otro proyecto: un taller de reflexión e intervención artística en el ya mencionado jardín de niños “Xochipilli”.

Esto último surgió a partir de que supe que estaba abierta la convocatoria del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) en su emisión de 2017. La convocatoria estaba dirigida «A grupos interesados en recibir apoyo económico para desarrollar un proyecto cultural comunitario que fortalezca la identidad, la diversidad cultural y los procesos culturales de sus comunidades, en los espacios geográficos y simbólicos donde se desarrollan.» Parecía indicar a la letra lo que andábamos buscando. Con de mis mejores amigas, Silvana y Denisse, nos pusimos manos a la obra para plantear el proyecto y, aunque con algún retraso, meses después nos informaron que habíamos sido beneficiadas del apoyo.

Nuestro proyecto lo titulamos «Identidad comunitaria mediante la acción cultural: hacer la historia e imaginar lo que puede ser» y consistíría en una serie de talleres artísticos y culturales, con técnicas de pintura, teatro y fotografía, para los padres o tutores y alumnos del Jardín de Niños Xochipilli, ubicado en la colonia Cuauhtémoc Xalostoc, en Ecatepec de Morelos. El producto final de los talleres sería la realización colectiva de un mural en una de las paredes de la escuela, el cual sería inaugurado en un evento final en el que se haría también una exposición fotográfica y pictórica de otros productos derivados de las sesiones.

El PACMyC nos concedió los recursos económicos que solicitamos para llevar esto a cabo. Cabe decir, por si alguien está interesado en participar en alguna de las convocatorias anuales de este programa, que estos recursos no incluyen honorarios ni ningún tipo de retribución para quienes lo ejercen. Son recursos únicamente para la compra de materiales o lo que haga falta para el proyecto. También cabe mencionar que los tiempos de esta clase de programas gubernamentales suelen ser mucho más largos y lentos de lo que uno quisiera, por lo que los cronogramas que uno plantea inicialmente se tienen que ir reajustando en función del momento en el que los recursos son liberados.

En nuestro caso, el proyecto pudo comenzar hasta cuatro meses después de lo esperado, lo cual acarreo varios ajustes. Esto implicó, por ejemplo, que una de nosotras, Silvana, tuviera que llevar a cabo prácticamente por sí misma toda la primera etapa del proyecto, que consistió en los talleres de sensibilización y reflexión en torno al entorno inmediato en el que se habita.

De estas sesiones se derivaron los productos a partir de los cuales fuimos concretando lo que sería, de hecho, el producto final del proyecto: un mural colectivo en la pared frontal de la escuela. Para esta segunda etapa del proyecto, contamos con la ayuda de un artista local de Ecatepec, José Fabián Estrada alias «Perro». Acudimos con él por nuestro origen ecatepense compartido, pero especialmente el interés común en pensar Ecatepec desde la trinchera gráfica. Su libro Ecatepec de 2017 es muestra paradigmática de esto, a lo que se suma una trayectoria cada vez más prolífica y reconocida en el mundo de la ilustración.

«Perro» y el grupo de padres de familia del jardín de niños fueron bosquejando lo que sería el diseño del mural, el cual fue puesto finalmente en pared en noviembre del año pasado, 2018. La jornada de pintura fue intensa, pero alegre y satisfactoria para todos los que participamos en ella.

Días después, el mural fue presentado oficialmente ante toda la comunidad del jardín, al tiempo que se inauguró una pequeña exposición de las fotos que los propios padres y alumnos habían tomado de su entorno, como parte de una de las actividades de la primera etapa del proyecto. En esas fotos se expresaba tanto la denuncia de aquellas cosas negativas que las personas identifican en su espacio (basura, suciedad, contaminación, inseguridad…), como los detalles de aquellos lugares que les significan cariño y tranquilidad (sus patios, mascotas, familia, plantas, casas…). Estos últimos representan el punto de partida para pensar y buscar otros modos de vivir y habitar el espacio.

Así, desde hace ya cerca de un año, los que caminan frente al jardín de niños Xochipilli, en la colonia Cuauhtémoc Xalostoc, en Ecatepec de Morelos, pueden ver a todo color y ocupando dos paredes frontales, una representación, ideada por sus propios habitantes, de ese mismo entorno por el que están caminando. Algo nuevo hay en el espacio… Y aunque permanezcan muchas cosas más que sin duda deberían cambiar en las periferias urbanas, el ensayo de formas nuevas de representación, nuevos modos de mirarnos y mirar nuestros espacios, es muchas veces el primer paso para todo lo demás.

Mi investigación sobre Ecatepec

Vista de (una parte de) Ecatepec desde el cerro Ehécatl en 2017. | Foto: Grecia Monroy.

En el año 2016, gracias a una beca, tuve la oportunidad de estudiar un master (maestría) en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Salamanca en España. Aprovechando la mirada interdisciplinaria que estos estudios permiten, pude llevar a cabo una investigación sobre los problemas de la representación de una zona urbana como Ecatepec y sobre algunas propuestas «alternativas» de estas representaciones. Esto fue una gran oportunidad para tratar de dar forma, poner por escrito y sustentar ideas que habían surgido de mi propia experiencia como habitante de esa zona. De ello se derivó, pues, el trabajo de tesis con el que me titulé y también una versión abreviada de esta investigación en forma de artículo para la Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo. Algunas de las ideas desarrolladas en esos trabajos me sirvieron, además, como punto de partida para el desarrollo de un proyecto de intervención artística en Ecatepec, del cual hablé en otra entrada.

Como toda investigación, aunque quizás más aún cuando se trata de una que nos atraviesa vitalmente, quedan muchos cabos sueltos y muchos aspectos sin tratar, pero quizás pueda ser de alguna utilidad para quien esté interesado en el tema de la representación de las periferias urbanas. Pongo a continuación los dos párrafos con los que abre mi tesis y después los enlaces para descargar ésta y su versión como artículo.

El presente trabajo tiene origen en varias de las inquietudes que atraviesan mi propia experiencia de vida como habitante de una periferia urbana. Durante poco más de cinco años, mientras cursaba la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM, al sur de la Ciudad de México, hacía diariamente un traslado de dos horas para llegar desde mi casa al campus y otro igual para volver. Poco a poco me fui dando cuenta de que esos trayectos me marcaban tanto —o incluso a veces más— que lo que sucedía y aprendía en las aulas. Ya fuera en reflexiones solitarias o en compañía de mi amiga, esos trayectos se convertían en la clase extramuros que le terminaba de dar sentido a todas las demás. Nuestro salón de clases era móvil, ruidoso y público: uno de los vagones del metro de la Ciudad de México o el interior de la combi (pequeñas camionetas empleadas para el transporte público en México) que nos llevaría más allá de las fronteras de la capital. Con nuestros compañeros de viaje ya no compartíamos la vocación profesional, mas sí el espacio y una realidad cotidiana común: ese traslado desde “la ciudad central” a “las periferias”. En nuestro caso, se trataba del municipio de Ecatepec, en el Estado de México, que forma parte de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM).

Vivir en Ecatepec no es algo excepcional por sí mismo, porque sea raro o porque sea poco frecuente. De hecho, todo lo contrario: es el segundo lugar más poblado de la ZMCM. Sin embargo, en el imaginario de muchas personas aparece como una zona periférica más, homogénea en cuanto a sus rasgos negativos: desordenada, caótica, sin identidad, sin cultura, sin nada sobresaliente más que sus tasas de criminalidad… En una palabra, un sitio “inhabitable”. Ante esa opinión general, yo me preguntaba qué era, entonces, lo que poco más de millón y medio de personas hacíamos viviendo ahí en Ecatepec. Por supuesto, comprendía bien el ímpetu de denuncia y crítica que puede haber en enfatizar los rasgos meramente negativos de un lugar, además de que reconocí siempre el sesgo de mis relativos privilegios en un contexto como el de México (para empezar, la misma posibilidad de asistir a la universidad), pero aun así sospechaba que debía haber otras cosas que decir y otras maneras de pensar y representar un lugar como Ecatepec. Esa sospecha es lo que en estas páginas quise convertir en una pregunta de investigación.

Enlaces

Monroy Sánchez, Grecia. “Representaciones de la periferia el caso de Ecatepec de Morelos, Estado de México”. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, vol. 2, núm. 8, 2018, pp. 66-80. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6519175

Monroy Sánchez, Grecia. Representaciones de la periferia: el caso de Ecatepec de Morelos, Estado de México. Trabajo de Fin de Master, Salamanca, Universidad de Salamanca, 2018. Disponible en: https://gredos.usal.es/handle/10366/136928

Y para terminar, algo que dejé fuera de la investigación: el humor de los memes como modos de representación.

El sentir de muchos de nosotros. XD