¿Quiénes son los invitados de Bunbury en su MTV Unplugged?

Publicado en Acordes Modernos.

(Denisse Gotlib, Mariana L. Durand, Grecia Monroy.) En la víspera de la salida tanto del concierto televisado como del álbum del MTV Unplugged de Enrique Bunbury, titulado El libro de las mutaciones, seguramente habrá más de uno que aún se pregunte curiosamente por la selección de canciones y de invitados, e incluso por el lugar. Respecto a lo primero, ya en alguna nota pasada, aquí en Acordes Modernos, se había hablado de que el mismo Bunbury dijo que “abriría la caja de Pandora” en sus giras recientes y que daría más espacio a las canciones de Héroes del Silencio. En el Unplugged esto se nota. En cuanto a sus temas en solitario, la selección también sorprendió a varios, pues recuperó no sus “grandes éxitos”, sino varias piezas (medio) olvidadas y, en algunos casos, inéditas.

Respecto al lugar, el hecho de que el concierto haya sido grabado en México puede obedecer a varias razones. Como primer punto, sabemos que los Unplugged no se graban en Europa, puesto que no hay cadena MTV ahí. Por otro lado, de unos años para acá, la mayoría de estos conciertos, cuando son de artistas latinos, se han grabado en México, quizás por la obvia cercanía con Estados Unidos. Por último, podríamos aducir que la gran popularidad que tiene el español en tierras mexicanas lo ha llevado a grabar una propuesta relativamente arriesgada en terreno que probablemente considera “seguro”.

Al respecto de los invitados, a continuación ofrecemos algunos breves perfiles de cada uno de los cinco, tres de los cuales son mexicanos, uno puertorriqueño y uno español.

Pepe Aguilar

Según señalan las crónicas del concierto, una de los momentos más aplaudidos fue “Ven y camina conmigo”, tema en el que Bunbury estuvo acompañado del mexicano Pepe Aguilar. Heredero de dos grandes figuras de la música ranchera —Antonio Aguilar y Flor Silvestre—, Aguilar tiene una larga trayectoria que continúa esta tradición, aunque también ha incursionado en otros estilos musicales, más cercanos al pop. Dentro del panorama musical de México, extensivo a Estados Unidos y América Latina, el cantante ocupa un nicho importante por su versatilidad. Esto se demostró claramente en el MTV Unplugged que el propio Aguilar grabó en junio de 2014 y que fue producido por Emmanuel, “Meme”, del Real —integrante de la legendaria banda mexicana de rock Café Tacvba. Entre los invitados con los que Aguilar contó en su Unplugged, estuvieron grandes figuras de la música, tales como Miguel Bosé, Saúl Hernández (de las también legendarias bandas Caifanes y Jaguares) y Natalia Lafourcade, cantante mexicana que recientemente arrasó en los premios Grammys Latinos. Así pues, esta relación estrecha de Aguilar con la escena musical pop y rock actual, además de sus raíces en la música ranchera —de la cual Bunbury es muy afecto—, parecen haberlo hecho un perfil ideal para acompañar a Bunbury en este tema.

Enrique Bunbury y Pepe Aguilar | Josegirl

Enrique Bunbury y Pepe Aguilar | Josegirl

Carla Morrison

La novena canción de la noche fue “Porque las cosas cambian” para la cual Bunbury invitó a la mexicana de 29 años, cantante independiente de pop, Carla Morrison, quien recientemente, en noviembre del año en curso, acaba de presentar en México y en Estados Unidos su material más reciente y segundo LP:  Amor supremo (2015). Una característica de la carrera de Morrison es su animada participación y colaboración con artistas de la escena musical mexicana, por ejemplo, Natalia Lafourcade, Julieta Venegas, Juan Gabriel, Eugenia León, Los Ángeles Azules, La Sonora Santanera y, anteriormente, coincidió ya con León Laurregui y Vetusta Morla. De hecho, sus primeras incursiones profesionales en el ámbito musical fueron con otros músicos, como un trío llamado Babaluca que formó junto con dos norteamericanos (Nick Kizer y Nichole Petta). Con Bunbury puede más bien hablarse de un reencuentro: ésta es la tercera ocasión que comparten escenario en la ciudad de México. Lo acompañó en “Canto (el mismo dolor)” y “El rescate” en el concierto del español en El Palacio de los Deportes en septiembre de 2012; y a principios de 2014 cantaron “Mar de dudas” en el Auditorio Nacional. Aunque joven, la carrera de Morrison como solista va ganando el reconocimiento de un público cada vez mayor: el año 2009, con la publicación de su primer EP, marcó el comienzo de una serie de presentaciones en conciertos, festivales y eventos musicales masivos en diferentes países de la República Mexicana, e incluso en Europa, y actualmente suma ya tres EP y dos LP.

Enrique Bunbury y Carla Morrison | Josegirl

Enrique Bunbury y Carla Morrison | Josegirl

León Larregui

La canción a dúo con el cantante mexicano León Larregui, “La chispa adecuada”, fue el sencillo que Bunbury decidió liberar varios días antes del lanzamiento oficial para que el público tuviera “una probadita” de lo que sería el Unplugged completo. Larregui es más conocido por ser el vocalista del grupo Zoé, del que forma parte desde su fundación, en 1997. El último álbum que sacaron como banda fue Programatrón, de 2013, mientras que un año antes, en 2012, León publicó su primer disco en solitario llamado Solstis. Tanto el estilo de Larregui como el de Zoé suele describirse como rock alternativo con algunos tintes de space rock y otros tantos de música electrónica. A lo largo de su trayectoria, ha hecho colaboraciones con artistas como Natalia Lafourcade (“Llevarte a Marte” e “Imposible), Sussie 4 (“Remote control”), el grupo español Dorian (“Simulacro de emergencia”), y con la mexicana que participó en el Unplugged: Carla Morrison (“Mensajero”). Asimismo, Larregui tiene historia con Bunbury, puesto que en 2010 el aragonés colaboró con Zoé en una versión de “Nada” para el EP Colaboraciones España, en el que, con ayuda de cuatro artistas españoles, rehacen cuatro de sus canciones, y en el cual, por cierto, Vetusta Morla hizo “Veneno”. Aunque quizás Larregui haya sido el más “esperable” de los posibles colaboradores mexicanos, la versión de la legendaria canción de Héroes del Silencio ha recibido todo tipo de reacciones entre el público mexicano.

Enrique Bunbury y León Larregui | Josegirl

Enrique Bunbury y León Larregui | Josegirl

Robi Draco Rosa

Acompañando a Bunbury en la favorita “El boxeador”, del disco Las consecuencias, estuvo el cantante de origen puertorriqueño, aunque de nacionalidad estadounidense, Robi Draco Rosa. Algunos recordarán que la trayectoria de este multifacético personaje tuvo inicio en la boyband latinoamericana Menudo, de la cual salió también Ricky Martin. Ambos han sido amigos y colegas y, de hecho, Draco Rosa ha sido el compositor y productor responsable de más de uno de los grandes éxitos de Ricky Martin, como el inolvidable “Livin’ la vida loca”. Sin embargo, como compositor e intérprete de sus propias canciones, Draco Rosa ha sorprendido más de una vez con sus discos en solitario, los cuales han oscilado entre distintos géneros musicales, incluyendo el rock —como su celebrado álbum Vagabundo (1996)— así como sonidos tropicales, la trova, el bolero, etc. Su último trabajo, de 2013, es un disco de duetos, en el que participaron figuras como Shakira, Calle 13, Juanes y el mismo Enrique Bunbury, quien lo acompaña en la canción “Obra de arte”.

Enrique Bunbury y Robi Draco Rosa| Josegirl

Enrique Bunbury y Robi Draco Rosa| Josegirl

Vetusta Morla

El grupo madrileño Vetusta Morla comenzó sus andanzas en 1998, aunque publicó su primer LP, Un día en el mundo, de forma independiente con su sello Pequeño Salto Mortal, en 2008. Desde entonces, ha ganado mucha popularidad, al grado de haberse convertido en uno de los referentes actuales del rock español alternativo. La última de sus producciones, La deriva (2014), los llevó a girar por Latinoamérica, en donde han sido muy bien recibidos. Aunque Bunbury nunca ha colaborado en un álbum con sus connacionales, apenas hace unos meses, en agosto de 2015, apareció en el concierto de Vetusta Morla en el Plaza Condesa de la Ciudad de México para cantar “Maldita dulzura”, la cual había grabado previamente, junto con el grupo Disco Pantera, para el programa de radio español Hoy empieza todo. En el Unplugged, Vetusta Morla colaboró en “Planeta Sur”, de Radical Sonora (1997). Sin duda, causa expectación imaginar cómo se integró la peculiar voz de “Pucho”, el vocalista de Vetusta Morla, con la de Bunbury.

Enrique Bunbury, Los Santos Inocentes y Vetusta Morla| Josegirl

Enrique Bunbury, Los Santos Inocentes y Vetusta Morla| Josegirl

No queda más, por ahora, que escuchar completo el Libro de las mutaciones de Bunbury, que sale este miércoles 25 por MTV y este viernes 27 a la venta.

El punto ciego de la pena: Jorge Drexler cierra gira ‘Perfume’ con Luciano Supervielle en México DF

Luciano Supervielle y Jorge Drexler en el Teatro Metropolitan

Luciano Supervielle y Jorge Drexler en el Teatro Metropolitan

Luciano Supervielle y Jorge Drexler en el Teatro Metropolitan del D.F. | Facebook del músico

Publicado en Acordes Modernos.

(Grecia Monroy). El cantautor y músico uruguayo Jorge Drexler cerró este miércoles 18 de noviembre en la ciudad de México la gira Perfume que emprendió en compañía de Luciano Supervielle. Esta gira pasó por varias ciudades españolas y latinoamericanas, con conciertos en los que el repertorio de Drexler se trenzó con piezas instrumentales de Supervielle —quien pertenece al grupo de electrotango Bajofondo— así como con la canción que es coautoría de ambos músicos y que, de hecho, es la que dio título a la gira: “Perfume.” Esta gira inició en Chile, poco después de que Drexler terminó la serie de conciertos para la promoción de su último disco, Bailar en la cueva (2014). En este país sudamericano, Drexler había sido invitado a dar algunos conciertos, pero no quería repetir la dinámica de los shows anteriores, deseo que coincidió con que Luciano Supervielle tenía fechas libres, de lo cual surgió el proyecto de hacer algo en conjunto. Al D.F. mexicano le tocó ser el lugar para el cierre de esta gira, antes de que Drexler viaje a las Vegas a la ceremonia de los Grammys Latinos.

El concierto tuvo lugar en el Teatro Metropolitan. El encargado de abrir el concierto fue el cantautor español Marwan, quien en su disco Un día de estos (2014) hizo una colaboración con Drexler para la canción “Puede ser que la conozcas”. Tras este primer incentivo para los ánimos del público, a las 9 en punto de la noche salió al escenario Drexler con su guitarra acústica, acompañado de Luciano Supervielle, en el piano y tornamesa, y Carlos “Campi” Campón, en el bajo y programaciones. La escenografía —que así como las luces estaba a cargo de Carlos Fajardo— consistía sólo en dos grandes conos cuyas puntas se tocaban, lo cual parecía simular un reloj de arena que se pintaba de diferentes colores en cada canción. Comenzó el concierto con “Causa y efecto”. Después, recordando los desafortunados acontecimientos que han sido noticia en los últimas semanas —París, Líbano, Siria—, cantó “Polvo de estrellas”. Siguieron “Sanar” y “El pianista del gueto de Varsovia”. Llegó, entonces, el momento instrumental: Supervielle interpretó al piano la pieza de su autoría “Un poco a lo Felisberto”, en homenaje al poeta uruguayo Felisberto Hernández, de quien Drexler nos hizo amplia recomendación.

Dos momentos del escenario

Dos momentos del escenario del concierto. | Acordes Modernos

Reanudó Drexler su lírica con “La edad del cielo” y la canción con tintes de tango que da nombre a la gira: “Perfume”, cuya letra fue compuesta por Drexler y la música por Supervielle. Siguió una tanda de canciones del disco Eco: “Eco”, “Mi guitarra y vos” y “Fusión”. Para la segunda de estas canciones, Drexler suscitó entre el público una colaboración en la cual combinó a la perfección lo que él llamó “el exabrupto chilango” con momentos de “silencio en los adentros.” El resultado fue excepcional. Es sorprendente, en verdad, el manejo que tiene Drexler del escenario y del silencio, sonido y eco de la música.

Entre canción y canción, los gritos de las amorosos fans de Drexler se hacían escuchar. El músico agradeció esto que llamó —con la también sorprendente poesía que parece brotar en cada palabra que dice— “manifestaciones bizarras de amor en forma de alarido”. Entonó, entonces, “Sea”, lo cual dio paso al momento de las “complacencias” del concierto: Drexler, solo con su guitarra sobre el escenario, fue atendiendo las peticiones de las canciones que le llegaban desde el público: “Corazón de cristal”, una versión de “When I’m sixty four” de los Beatles y “Noctiluca”. A estas peticiones, él añadió “Don de fluir” y “La milonga del moro judío”, la cual cantó en compañía de Marwan; esta canción le dio pie para hablar de su historia familiar y personal, marcada por la migración y el refugio.

La gira conjunta «Perfume»

La gira conjunta «Perfume»

Tras este momento acústico del concierto, Supervielle y Carlos “Campi” Campón regresaron al escenario para comenzar “Se va, se va, se fue”, seguida de “Universos paralelos”. Estas canciones fueron la bisagra hacia el “momento más coreográfico” del concierto, en palabras de Drexler, quien explicó: “resulta que fuimos a grabar el disco a Colombia y que se nos llenó el disco de cumbia”. Invitándonos a dejar que los asientos del Metropolitan se enfriarán, nos regaló una versión cumbia de “Deseo”, para la que pidió la colaboración del productor Matías Cella en el bajo. Sin dejar que el público tomara asiento, siguió con “Bolivia”, ese canto que tiene algo de histórico, filosófico, poético y, definitivamente, cumbiero. “La historia es circular”, dice Drexler, “quienes hoy todo tienen mañana por todo imploran.”

Jorge Drexler en el escenario

Jorge Drexler en el escenario | Periódico Reforma

Tras esta canción, pareciera que todo ha terminado. Sin embargo, tras un breve instante, salen de nuevo Drexler y sus músicos para, al borde del escenario, hacer algunos de los pasos de la coreografía que podemos ver en el video de “Universos paralelos”. Luego, se reanuda el show con “Bailar en la cueva” y “Luna de Rasquí”, para la cual Drexler invita al escenario al cantautor mexicano David Aguilar. Al respecto de esta última canción, Drexler nos cuenta que la inspiración le vino de un momento en el que, estando acostado en la arena blanca de una playa del Caribe venezolano, sintió que la Luna le hablaba, diciéndole que “hay lugares donde la pena no llega” y que “hasta la pena tiene un punto ciego.” Ese punto ciego de la pena no es, dice Drexler, sólo un lugar en el espacio, sino en el tiempo; cuya duración es de más o menos 1:45 minutos: tal como este concierto. Con esa metafórica despedida, comienza la canción que ahora sí cerrará el recital: “Todo se transforma”. Tras esto, los músicos ovacionados se despiden y desaparecen tras bambalinas. A muchos de los que estuvimos ahí, el punto ciego de la pena nos durará aún algún tiempo más.

Canciones populistas, el próximo EP de Nacho Vegas: ninguna orilla queda a las orillas

Nacho Vegas en la ciudad de México en marzo de 2014

Nacho Vegas en la ciudad de México en marzo de 2014

Nacho Vegas en la ciudad de México en marzo de 2014

Apareció en Acordes Modernos.

(Grecia Monroy, Denisse Gotlib y Mariana L. Durand). Hace algunos meses, el cantautor gijonés Nacho Vegas anunció que se encuentra trabajando en su próximo disco: un EP que llevará por título Canciones Populistas. A continuación, situamos el disco dentro de la larga carrera del asturiano y damos algunas claves para comprender mejor el sentido de dicho título.

Como ya es tradición, después de su último LP, Resituación (2014), Nacho Vegas lanzará un EP, del cual ya conocemos tanto el nombre, Canciones populistas, como una canción (“Vinu, cantares y amor”) o incluso dos (es posible que incluya su adaptación de “Love me, I’m a liberal”, en español “Ámenme, soy un liberal”, de Phil Ochs). Decimos que ya es tradición porque Vegas siempre ha intercalado la publicación de discos de larga duración con otros de corta duración, formato que disfruta porque genera una dinámica diferente con el público, quizás menos centrada en lo comercial, y porque le recuerda a los discos que él escuchaba en su infancia y adolescencia.

Tal vez lo primero que llama la atención del disco sea su título, por el empleo de la polisémica palabra “populista”, la cual frecuentemente ha sido utilizada por la derecha para referir, despectivamente, a los políticos que enarbolan un discurso en el que colocan en un lugar central al “pueblo” o “a las masas”. En una entrevista de 2013, se le preguntó a Vegas por el término “canción populista”, a lo que respondió reivindicando el derecho a utilizar palabras que no tendrían porqué llevar una carga peyorativa, pero que ciertos discursos de la clase política se han apropiado para su beneficio: “Estamos tan acostumbrados a que se pervierta el lenguaje para hacer pasar por atractivas ideas políticas miserables que nos parece bien la idea de restituir el significado original de términos como «populista». Las canciones a las que nos referimos hablan de la gente y, por tanto, le tienen que pertenecer a la gente. Creemos en la música como un bien común”. En efecto, otros significados de populista y su etimología hacen referencia a “lo que es del pueblo”, de manera análoga al término “popular”, que también tiene una historia polémica. Sin embargo, ambos términos, colocados al lado de la palabra “canción” aluden, simplemente a aquellas composiciones en las que encontramos un “[…] estilo popular, ya porque fue efectivamente cantada entre el pueblo, ya porque en ella el estilo popular ha sido imitado, total o parcialmente, por alguien que ya no pertenecía a la cultura popular.” ((Margit Frenk en el Nuevo Corpus de la Antigua Lírica Popular Hispánica.))

Si bien desde el comienzo de su trayectoria Vegas parece haberse interesado en el sustrato popular de la música ((Por ejemplo, en su primer disco, Diariu (1997), incluyó una versión de “Romance de La Pola” —titulada “La polesina”—, la cual volvería a grabar diez años después con el proyecto Lucas 15.)), en los últimos años ha dado un vuelco mucho más explícito hacia dicha tradición. En cierto sentido, ha reubicado al mismo género musical del rock en la senda de lo popular, donde, de hecho, tiene su origen y su base. Como él mismo ha señalado, el movimiento indie con el que comenzó su carrera estaba influido principalmente por el rock anglosajón del momento, el cual había creado una imagen de sí mismo en la que la música era el lugar para la evasión de la realidad, la autocomplacencia y para la adoración del cliché del artista que vive para el sexo, las drogas y el rock n’ roll. Sin embargo, con el paso de los años, los intereses musicales de Vegas se expandieron y fue encontrando personas y movimientos desde los cuales nutrir la reflexión sobre el lugar de la música dentro de la sociedad. Así, la música country y folk anglosajona, la música popular y folk asturiana y algunos cantautores vinculados a movimientos sociales de izquierda en España se convirtieron en referentes importantes para él. La recuperación de estas tradiciones denota la intención de recordar, colocar o recolocar, en el panorama musical actual, canciones y autores que para algunas historias de la música y para algunos músicos actuales han quedado en el margen, aunque, paradójicamente, el margen de las historias “oficiales” u “ortodoxas” suele ser el centro de todo lo que de verdad importa en nuestras vidas.

Desde dos perspectivas, que en realidad no están separadas, podemos hablar de estas influencias en Vegas: la primera, el proyecto Lucas 15, junto con Xel Pereda, el cual recoge y reelabora en versiones rock piezas del cancionero asturiano y español y, la segunda, sus últimos dos discos, Cómo hacer crac (2011) y Resituación (2014), pues a partir de su publicación el músico ha transformado varias de sus prácticas musicales y escénicas.

El proyecto Lucas 15 se concretó en 2007, en Gijón, gracias al interés de sus dos integrantes en la música popular asturiana. En una entrevista que le realizamos cuando se encontraba en la ciudad de México para presentar Resituación (2014), Vegas nos contó que él entró en contacto con el cancionero asturiano de manera natural, dado que él es de esa región de España y son canciones que conocía desde su infancia. También mencionó que en Asturias hay una escena importante de grupos de folk, de la cual proviene Xel Pereda, con quien compartió el interés por recuperar y actualizar el cancionero asturiano, dando origen al proyecto Lucas 15.

El primer disco de Lucas 15 fue muy bien acogido por la gente. Quizás una de las razones principales sea, además de los excelentes arreglos, que esas canciones por sí mismas ya han resistido al paso del tiempo y han formado parte de la cotidianidad de muchas personas durante siglos. Respecto a esto, para Vegas el deseo de “actualizar” el cancionero tiene que ver con continuar una tradición que los trasciende a él y a Xel, pero la cual, a su vez, permite o pide ser enriquecida y transformada, pues ésa es la esencia misma de la canción popular: no se sabe cuál es la versión original o, de hecho, no existe una sola. A este respecto, Vegas tiene una anécdota mediante la cual se ve más claramente su función como “eslabón” en esta cadena de transmisión de canciones. Una de las piezas de Lucas 15, “Teresina” es una canción inacabada que, según nos cuenta, mezcla dos romances de orígenes geográficos diferentes, por lo que el mismo Vegas tuvo que añadirle dos estrofas, pues de otro modo la historia no tenía sentido. Por eso, él señala que «[…] lo que haces es también aportar tu granito de arena y dejar que la gente que lo reciba pueda seguir avanzando en ese tipo de canciones”.

Hay algo en los romances, en la música tradicional, que le resulta interesante a Vegas a la hora de conseguir efectos estéticos en una canción y que parece remitir a la naturaleza de la vida misma, a su constante contradicción: “Una canción que te hable de sentimientos muy dolorosos muchas veces requiere una música que vaya en sentido contrario, para hacer que se cree una chispa, un choque de trenes, que haga que aquello sea algo poderoso. Eso yo lo he visto mucho en los romances. Aunque las canciones tradicionales suelen tener historias que tienen un final generalmente trágico, son canciones que la gente cantaba a corro, en los pueblos. Se cantaban como un modo de celebrar que estaban vivos, pero cantándole casi a la muerte”.

Nacho Vegas

El próximo EP de Nacho Vegas será Canciones populistas

Aunque previamente ya podíamos encontrar en su discografía varias canciones en las que utilizaba la técnica de contraste entre letra y música, en el disco Resituación es particularmente notable, como en el caso de “Ciudad Vampira”. Esto parece responder también a lo que para el asturiano es la esencia de la propia música: “siempre el cantar es una manera de gritar, de celebrar la vida o de quejarte de alguna manera de ella”. Los contrastes entre música, letra y función se pueden ver claramente, ejemplifica Vegas, en el caso de la trova y la cumbia, las cuales pueden trascender su estereotipo de canción de queja y de celebración, respectivamente, pues muchas veces, en sus palabras, la celebración y la protesta van juntas: “hay cumbias muy combativas y hay canciones, a lo mejor de trova, que también las puedes bailar; se puede hacer una remezcla. En Euzkadi hay un grupo que me encanta, que participó en mi disco [Resituación]: Mursego (nombre tras el que se esconde Maite Arroitajauregi), y en su último disco, que se llama Hiru, hay una canción titulada “Cumbia villera de la ciudad armera”, que es una especie de cumbia que mezcla la canción tradicional de Euzkadi,  —un sitio con una tradición de mucha lucha, con una historia bastante dura, que tiene canciones muy tristes, muy bonitas, cantautores como Mikel Laboa— con una cumbia antitropical, porque viene de otro sitio. Hace una mezcla que parece imposible, pero es realmente explosiva”.

Para Vegas, el camino de la música es un camino de descubrimiento: “Hacer música, y dedicarte a esto, es estar continuamente aprendiendo, tienes que estar continuamente receptivo, sabiendo y siendo permeable a todo lo que ocurre, al mundo de la música y de la cultura popular en general,  tomando posiciones”. En este camino, hay una relación directa entre su re-descubrimiento de la música tradicional y sus reflexiones sobre la dimensión social de la música: “Cuando empecé a escribir canciones, me lo tomaba como una expresión de sentimientos muy íntimos; todos los que escribimos canciones siempre hacemos canciones de ese tipo. Con el tiempo, me fui dando cuenta de que había canciones más tradicionales y populares; por ejemplo, las que se hacen en mi tierra, Asturias, que tenían que ver con canciones marineras, irlandesas, escocesas, o con folk americano. Todas esas canciones apelaban a algo más colectivo”.

Tanto la influencia de las canciones tradicionales como su reflexión sobre la dimensión colectiva de la música se concretan en “Vinu, cantares y amor”, la nueva canción que estará incluida en el EP. La canción comienza a la manera de los antiguos juglares o cantores populares, con un íncipit de tintes legendarios: “Esto que vais a escuchar, esto que vais a escuchar”, y presenta también el elemento cíclico o de repetición. Además, es la única de su repertorio que versa en español y en asturiano. El tema central de la canción es la alegría, la fiesta y el amor como condición de cualquier transformación social: “si nun hai vinu, cantares y amor, non, esta nun ye la mio revolución” (“si no hay vino, cantares y amor, no, ésta no es mi revolución”).

Sin embargo, la experiencia de Vegas de sumergirse en un mundo de canciones antiguas y actuales al mismo tiempo, en combinación con experiencias políticas recientes en España, ha modificado también su forma de hacer canciones y de presentarlas. Estas modificaciones no pueden dejar de leerse a contrapelo de algunos proyectos ocurridos en España en los que Vegas ha participado, como el 15M o Movimiento de los Indignados, el Patio Maravillas, la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), Stop Desahucios, Fundación Robo o la Caja de Músicos, los cuales tienen como manifiesto hacer frente común ante los problemas que los afectan.

Así, más o menos a partir del lanzamiento de Resituación, comenzaron a aparecer en sus presentaciones “coros antifascistas”, como él los suele llamar, que son coros amateur, generalmente integrados a partir de una casa de cultura, de algún movimiento social o de la amistad y cercanía con el músico, los cuales replican en concierto lo que el Coro de Ladinamo y el Patio Maravillas (Madrid) hace en el disco. ((En un afán enciclopédico, recuperamos los nombres de algunos de los coros que han participado en los conciertos del músico en los últimos años: Huertano (Murcia), Frente del Ebro (Zaragoza), Enxebre (La Coruña), Corín Aida Lafuente (Santander), Bora Bora (Granada), Pals a les Rodes (Barcelona) y Páax Káanil (ciudad de México).))

Aunque podría parecer un nombre meramente burlón, “coro antifascista” remite a un momento de la historia de la música, ocurrido en 1941, cuando el cantante estadounidense de folk Woody Guthrie apareció con una guitarra en cuyo cuerpo había escrito la frase “This machine kills fascists” (“Esta máquina mata fascistas”), acto mediante el cual Guthrie, uno de los más importantes cronistas musicales de los años de la Gran Depresión, se pronunciaba contra el horror de la Segunda Guerra Mundial. También, la imagen de la guitarra ha sido frecuentemente utilizada por Vegas como telón de fondo en sus conciertos.

Woody Guthrie, 1941

Woody Guthrie, 1941

Nacho Vegas y su banda en el Niceto Club de Buenos Aires, el 18 de agosto de 2015

Nacho Vegas y su banda en el Niceto Club de Buenos Aires, el 18 de agosto de 2015. Fotografía de Belén Soria.

Sin duda, la aparición de los coros da un potente aporte musical a piezas como “Polvorado” o “Runrún”, pero no sólo eso: reconfigura el espacio del concierto para convertirlo en un lugar en el que, literalmente, caben más voces y, por momentos, anula “el efecto tarima”, el cual sitúa una barrera entre los músicos, subidos en el escenario, y el público, debajo, en las butacas.

En el caso de la ciudad de México, el coro Páax Káanil (que en maya significa ‘canto del cielo’) se formó en mayo de 2014, previo al concierto de junio en el Teatro Metropólitan. La encomienda de Vegas fue sugerente: “formar un coro de amigos”. Susana García, miembro del conjunto, cuenta que algunos de los integrantes fueron incluidos tras haber ganado en dinámicas donde tenían que tocar y cantar una canción de Nacho, por haber hecho tributos o por ser cercanos al músico. Aunque en cada ocasión hay cambios en la alineación del coro, la consigna es que siempre esté integrado por gente con la que haya algún vínculo afectivo. Para Susana, la experiencia del coro ha estado llena de pasión y paciencia porque músicos y coristas deben acoplarse en pocos días, incluso horas, y porque la banda es muy minuciosa respecto a la calidad del sonido. No obstante, recalca que nunca se han ensimismado con alcanzar “la perfección” en la interpretación, sino que lo más importante es que las voces se hagan escuchar. Incluso Nacho los anima diciendo que desafinar es lo correcto, mismo consejo que da en una de sus canciones: “Para ser un buen cantante tienes que desafinar”.

El ir y venir de Vegas de lo individual a lo colectivo —que no son dimensiones tan separadas, después de todo— no representa un “cambio de página” del resto de su trayectoria, sino que es un camino en el que ha ido madurando ideas y hecho una revisión crítica de sus propios procesos de vida. Como él mismo dice: “Me di cuenta de que se podía hacer un viaje de lo más íntimo a lo más colectivo y que no podías quedarte en lo íntimo porque entonces estabas como mirándote al ombligo: ahí las canciones no llevaban a ninguna parte. Aprendí que la música, incluso la que parte de sentimientos más íntimos, tiene esa dimensión social y colectiva. Ese aprendizaje ha sido muy importante para hacer estos últimos discos”. Los que hemos acompañado a Vegas en esta re-situación, esperamos deseosos sus —pero quizás siempre más nuestras— Canciones populistas.

León Benavente: ser músicos y ser brigada

Publicado en: Acordes Modernos.

(Grecia Monroy, Denisse Gotlib, Mariana L. Durand.) León Benavente no es el nombre de un lugar, sino de un trayecto. Dos puntos en un camino y, entre ellos, un intervalo potencial. Ya Nacho Vegas —amigo y colega musical de los cuatro miembros de León Benavente— ha explicado y narrado muy bien las implicaciones geográficas y vitales del nombre de esta banda que ha reavivado la escena del rock con un disco extraordinario que lleva también como nombreLeón Benavente (2013). Las 14 canciones del disco —en su edición especial, que incluye las 10 del LP más 4 del EP Todos contra todos— dan cuenta de la madurez musical de cada uno de sus integrantes: Edu Baos (bajo), Abraham Boba (voz), Luis Rodríguez (guitarra) y César Verdú (batería). El nombre de León Benavente le viene bien a estos músicos, además, porque describe la experiencia de verlos en concierto: se mueven como felinos a la caza de todo el que se encuentre cerca. “Los leones”, como cariñosamente se les llama, cautivan a un público cada vez más numeroso.

Su primer concierto lo dieron el 16 de mayo de 2013 en el Club 12 & Medio en Murcia (escenas de los preparativos y del concierto se pueden ver en el video de su primer single, “Ánimo, valiente”) y de ahí no han parado, tanto con shows en solitario como en el marco de festivales. Según César Verdú, para mediados de este 2015 habrían dado más de 120 conciertos, a lo que habría que sumar todos los de la segunda mitad del año. Este recorrido por escenarios no se ha quedado sólo en España: en México han estado ya en tres ocasiones, la segunda de las cuales —en marzo de este año— fue la más extensa e incluyó locaciones de conciertos poco usuales, como la estación Tacubaya del metro del D.F. De esta experiencia, en aquella ocasión, en entrevista, César nos comentó: “creemos que para empezar en un país tienes que empezar desde el underground. En este caso, ¿qué cosa hay más underground que tocar en el metro? Esto fue una experiencia única porque nunca lo habíamos hecho, pero fue bastante enriquecedora e, incluso, una lección de humildad”.

León Benavente: César Verdú, Luis Rodríguez, Edu Baos y Abraham Boba | Fotos: Mariana L. Durand

León Benavente: César Verdú, Luis Rodríguez, Edu Baos y Abraham Boba | Fotos: Mariana L. Durand

La formación de la banda se remonta a una coincidencia vital y musical: “León Benavente somos cuatro personas que venimos de grupos anteriores, en España, con carreras relativamente largas y que, en un momento determinado, gracias a trabajar con Nacho Vegas, decidimos juntarnos a hacer canciones. Pero incluso antes de girar con Nacho ya nos conocíamos. Esa amistad ha sido la prioridad en el grupo: que nunca se rompiera, pasara lo que pasara. Todo se habla, todo se razona, todo se explica. Cada uno tiene su parcela y lo que mejor sabe hacer, pues se le deja hacer”.

Por otro lado, el origen del nombre de la banda tiene ya el aura misteriosa de la leyenda, pues hay al menos dos versiones posibles al respecto, según nos explicó Luis Rodríguez en entrevista reciente desde la ciudad de México: “En el nombre de León Benavente hay un poco de misterio y no vamos a ser nosotros quienes demos demasiadas pistas al respecto… En el norte de España, hay dos pueblos que se llaman León y Benavente; éste es un tramo de carretera que tenemos que tomar los que del norte de España migramos a Madrid —porque en el norte hay más crisis, no hay oportunidades. Entonces, nos pareció una cosa sugerente. Hace referencia a un tramo entre dos poblaciones, pero también tiene un nombre como de cantante de ranchera o algo así. Sin embargo, también corre la leyenda de que yo tuve un accidente con el coche en ese tramo de León-Benavente y que de ahí fue donde surgió la idea. Pero bueno, yo les pongo las dos vertientes que hay y no voy a desvelar más”.

César Verdú y Luis Rodríguez en D.F. | Mariana L. Durand

César Verdú y Luis Rodríguez en D.F. | Mariana L. Durand

El día 1º de este mes de noviembre entraron a estudio a grabar lo que será su segundo álbum, cuya fecha aproximada de salida será en la primavera de 2016. Al respecto de lo que podemos esperar, Luis comenta: “hay que tener en cuenta que, cuando grabamos el primer disco, éramos cuatro personas que nos conocíamos de trabajar juntos, pero no como banda. Hicimos el primer disco bajo esas circunstancias. Ahora somos cuatro personas que llevan dos años girando juntos: inevitablemente algo novedoso va a haber. Pero yo creo que mantendremos lo que teníamos pensado: canciones directas, honestas y, sobre todo, que nos muevan y nos gusten”.

Para terminar, les dejamos las recomendaciones de César y Luis sobre la canción del disco con la que cerrarían este 2015: “«Ser brigada»”, dijo César, “pues es con la que cerramos los conciertos y está bien para cerrar el año”. Luis, por su parte, respondió: “Yo haría «Década»; siempre tuve algo especial por «Década»”. Así pues, si aún no los han escuchado, ya tienen por dónde empezar con León Benavente. Ánimo, valientes.